‘Problemas de la ciudadanía’, los vecinos de Arganda del Rey entregan casi 4.000 firmas contra la tasa de basuras
Esta semana en nuestra sección ‘problemas de la ciudadanía’, del malestar creciente entre los vecinos de Arganda del Rey por la nueva tasa de basuras.
La polémica tasa de basuras continúa encendiendo los ánimos en Arganda del Rey. Este pasado domingo, 2 de noviembre, un grupo de vecinos y vecinas registró en el Ayuntamiento 3.729 firmas —754 en papel y 2.975 a través de la plataforma Change.org— para mostrar su rechazo a lo que consideran una medida injusta, mal comunicada y ajena a la realidad económica de las familias.
La entrega simbólica tuvo lugar en el Registro Municipal y contó con el apoyo de la Asociación Vecinal de La Poveda, que ha sido una de las principales impulsoras de esta movilización. Desde la asociación aseguran que la iniciativa “no busca confrontar”, sino abrir un diálogo real con el Gobierno local para replantear una tasa que, desde su aprobación, ha sido uno de los temas más controvertidos del año en la ciudad.
Una protesta vecinal que no deja de crecer
La campaña de recogida de firmas nació de forma espontánea en redes sociales, donde numerosos vecinos comenzaron a compartir sus recibos y a comparar importes que, en algunos casos, duplicaban o triplicaban los del año anterior. La indignación fue inmediata, y en pocas semanas la iniciativa consiguió sumar miles de apoyos de todas las zonas del municipio.
El principal punto de desacuerdo está en el sistema de cálculo de la tasa, basado en el valor catastral de las viviendas. Según denuncian los promotores, este método penaliza a quienes poseen inmuebles antiguos o con garajes y trasteros, aunque apenas generen residuos.
El Ayuntamiento anuncia cambios, pero persisten las dudas
Tras semanas de quejas y reuniones vecinales, el Consistorio argandeño aprobó el pasado 22 de octubre una modificación de la ordenanza fiscal con la intención de “hacer más equitativo” el reparto del coste. El nuevo modelo prevé una parte fija ligada al valor catastral y otra variable en función del número de personas empadronadas en cada vivienda. Para las empresas y locales comerciales, la tasa dependerá del tipo de actividad.
Sin embargo, esta revisión no ha logrado calmar los ánimos. Vecinos y asociaciones de consumidores como la OCU consideran que el sistema sigue siendo “opaco e injusto”, y recuerdan que la organización ha elevado ya una queja ante la Comisión Europea, al entender que el cobro en función del valor catastral contradice el principio medioambiental de “quien contamina, paga”.
“Queremos pagar, pero con justicia”
Desde el movimiento vecinal insisten en que su protesta no pretende evitar el pago de la tasa, sino reclamar una norma más proporcional y socialmente justa.
La tasa de basuras, que nació como una medida recaudatoria para financiar la gestión de residuos, se ha convertido en un símbolo del descontento ciudadano y en un recordatorio de que la participación vecinal, cuando se articula, puede tener un impacto real en la agenda local.
